miércoles, 19 de enero de 2011

Las Provincias Rebeldes II


La segunda provincia que se rebeló en lo que es actualmente el territorio de la República Argentina se dio en la Ciudad de Mendoza. Existen dos narraciones del mismo hecho vertidas por dos protagonistas, una relatada por Faustino Ansay,(1) realista, que encabezó la rebelión contra la junta de Buenos Aires y el otro es el informe que Juan Bautista Morón, delegado de la Junta, envió a Buenos Aires al cabo de su misión en Mendoza. (2)

Tomaremos los hechos de las dos narraciones pues son en realidad coincidentes. La noticia de la Revolución de Mayo llegó a Mendoza recién el 11 de junio. Al mismo tiempo se recibió desde Córdoba, los partes del gobernador, Juan Gutiérrez de la Concha, que aconsejaban no reconocer a la junta de Buenos Aires y sí al gobernador de Córdoba y al Consejo de Regencia de España. Ansay, que era el comandante de armas de la frontera, en sus memorias confiesa que: “Todos esos oficios y avisos con los demás que se recibieron en lo después los reservé a mí y a don Domingo de Torres y a don Joaquín Gómez Liaño, socios inseparables en todos los trabajos, en todas las prisiones…” Agrega que hicieron lo posible por demorar la reunión del Cabildo y la respuesta al requerimiento de Buenos Aires.

El 23 de junio se reunió el Cabildo con los vecinos más pudientes y no quedaron dudas para Ansay, “Todos, todos y aun los prelados regulares resolvieron obedecer a la Junta revolucionaria…” Finalmente Ansay tomó la palabra y se declaró partidario de las antiguas autoridades y que reconocía y obedecería las órdenes del Gobernador de Córdoba.

Terminada la reunión, Ansay y sus amigos se retiraron pero los partidarios de la Revolución decidieron exigir a Ansay que entregara las armas que custodiaba, al Cabildo. Ansay contestó que de ninguna manera lo haría. Pero una delegación conformada por un crecido número de pueblo, Ansay no tuvo más remedio que entregar las armas. Se nombró como comandante a Isidro Sanz de la Masa. Los partidarios de la revolución desfilaron con sones de música en triunfo, luciendo escarapelas blancas.

Ansay comunicó estos acontecimientos al gobernador de Córdoba, Juan Gutiérrez de la Concha, que encabezaba la rebelión contra la junta de Buenos Aires, y solicitó urgente ayuda. Vemos cómo la rebelión de Córdoba se extendía por algunas provincias poniendo en peligro la Revolución.

Pero Ansay decidió oponerse a la Junta y convocar a sus aliados europeos e intentar recuperar el cuartel con las armas. La noche del 28 de junio, sigilosamente, asaltaron el cuartel y los guardias entregaron las armas nuevamente al comandante Ansay sin ocasionar víctimas. Colocó dos cañones en las bocacalles y se aprestó a la defensa.

Al día siguiente, 29 de junio, el pueblo fue alertado con la campana del Cabildo de los acontecimientos de la noche anterior y comenzó a reunirse una muchedumbre en la plaza. Una delegación del pueblo, encabezada por el párroco, Domingo García se dirigió al cuartel para entrevistar a Ansay. Se acordó que Faustino Ansay seguiría con la custodia de las armas.

Pero la agitación del pueblo de Mendoza continuaba y el día primero de julio se produjo una nueva reunión entre el Cabildo y un representante de Ansay. En esa reunión se acordó que se haría una unión entre el Cabildo y el comandante de armas. Las resoluciones serían firmadas por ambas autoridades con la palabra: el gobierno.

Así las cosas, Ansay esperaba que llegaran refuerzos de Córdoba para poder afianzar su autoridad. Pero el 10 de julio, arribó a Mendoza el comisionado de la Junta de Buenos Aires, teniente coronel Juan Bautista Morón. Se presentó al Cabildo e informó que una expedición de 1500 hombres se encaminaba con rumbo a Córdoba para sofocar el levantamiento del Gobernador Concha.

El Cabildo de Mendoza pidió entonces desconocer el acuerdo a que habían llegado las partes el primero de julio y Ansay, en conocimiento de que no recibiría auxilio de Córdoba, tuvo que renunciar. Fue hecho prisionero y conducido con escolta a Buenos Aires. De esta forma, la provincia de Mendoza se incorporó al gobierno de Buenos Aires.

(1) Faustino Ansay, “Relación de los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Mendoza en los meses de junio y julio de 1810”, en Biblioteca de Mayo, Op. Cit. Tomo IV, p. 3315 y siguientes.
(2) Biblioteca de Mayo, Op. Cit. Tomo XVIII, p. 16437 y siguientes.


























No hay comentarios:

Publicar un comentario