miércoles, 29 de diciembre de 2010

Las Provincias Rebeldes I

Producida la Revolución de Mayo en Buenos Aires, la provincia de Córdoba no reconoció la Junta establecida en la capital. El 3 de junio, el gobernador intendente de la provincia, Juan Gutiérrez de la Concha, en una carta dirigida al Intendente de Potosí, comunicaba los sucesos de Buenos Aires y las providencias que había tomado la provincia de Córdoba para resistir a la revolución. (1)

Según cuenta en esta carta, la noticia de la deposición del virrey Cisneros llegó a Córdoba el día 30 por un mensajero. El gobernador convocó a una reunión para la mañana siguiente. Asistieron Santiago Liniers, el obispo Orellana, y los individuos más importantes de la ciudad. Se resolvió sostener la autoridad del virrey Cisneros, mantener el orden y esperar la llegada del correo que confirmara estas noticias antes de adoptar una resolución definitiva. Además, enviar un emisario a Potosí para que “esa provincia no sea sorprendida”. (2)

El doctor Gregorio Funes, deán de la catedral de Córdoba, le comunicó a la Junta de Buenos Aires los acontecimientos sucedidos en la ciudad a partir de la noticia de la creación de la junta de gobierno. Funes estuvo presente en la primera reunión convocada por el gobernador. El correo de Buenos Aires llegó a Córdoba el 4 de junio. Se convocó a los mismos asistentes de la reunión anterior. Se leyeron los impresos y el gobernador expresó que: “a un tiempo se había ultrajado la soberanía, hollado las leyes, usurpado las autoridades, y perturbado el orden público.” Que nunca reconocería al nuevo gobierno, Los asistentes aprobaron su dictamen con excepción del deán. Luego de diversas consideraciones, Funes propuso que se convocara a un cabildo abierto para la discusión de este asunto. La propuesta fue rechazada. (3)

El 20 de junio el deán Funes remitió una comunicación a la junta que relata los hechos de estas reuniones. La carta fue publicada en la Gaceta de Buenos Aires el 7 de agosto de 1810 por lo que el pueblo de la capital conoció los sucesos de Córdoba a los dos meses de producidos. (4)

Esta negativa del gobernador de Córdoba y su resistencia armada desencadenaría meses más tarde una severa respuesta de las autoridades de Buenos Aires que costaría la vida al Gobernador, a Liniers y a otros insurrectos.

1- Mayo Documental, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1965, Tomo XI, p. 249.
2- Ibidem, p. 250.
3- Biblioteca de Mayo, op cit, Tomo XVIII, p. 16365-16370.
4- Gaceta de Buenos Aires, reimpresión facsimilar, Junta de Historia y Numismática Americana, Buenos Aires, 1910, p. 257.











martes, 28 de diciembre de 2010

Adhesiones de los pueblos a la Junta de Gobierno de Buenos Aires – Parte II


 

Sigo con las provincias y ciudades que reconocieron a la Junta de Buenos Aires para luego encarar aquellas que no la reconocieron y se rebelaron y la interacción entre ellas.

La provincia de San Juan reconoció a la Junta el 16 de junio de 1810 y nombró a José Ignacio Fernández Maradona como diputado. Hace constar además en su comunicación con Buenos Aires que el Cabildo de San Juan “ha tenido que vencer las instigaciones del gobernador intendente de Córdoba” que se había rebelado contra la Junta de Buenos Aires. (1)

San Luis reconoció a la junta y designó como diputado a Marcelino Poblet. Hace constar que ha recibido comunicaciones de Córdoba cuyo gobierno “no cesa de pasarnos consecutivamente varios oficios a efecto de que este Cabildo y su vecindario no reconozca a vuestra excelencia por legítima autoridad”. (2)

Comenzamos a ver cómo la oposición a la Junta, en especial desde Córdoba, intentaba indisponer a otras provincias en contra de Buenos Aires. Esto desencadenará un conflicto que finalmente terminará con el uso de la fuerza armada y el fusilamiento de los cabecillas.

Catamarca eligió el 31 de agosto a José Antonio Olmos de Aguilera, que indica que partirá hacia Buenos Aires como “diputado representante para el congreso general en esa capital convocado por vuestra excelencia.” (3)

En esta carta vemos que el diputado electo es para incorporarse a un congreso general, no para formar parte de la Junta de Gobierno. Esta confusión traerá consecuencias muy importantes al finalizar el año 1810.

Santiago del Estero reconoció a la Junta y designó como diputado a juan José Lami, el 9 de julio. (4)

El 26 de junio, el Cabildo de Tucumán envía una nota a Buenos Aires informando a la Junta que: “oyendo el voto de los más ilustrados del congreso general que se formó, se resolvió rendir obediencia a la superioridad de vuestra excelencia”. El 16 de agosto fue electo diputado Manuel Felipe Molina. (5)

Hasta este punto hemos visto la adhesión de las provincias que reconocieron en un primer momento al gobierno provisional de Buenos Aires a los pocos meses de la Revolución de Mayo. Es interesante destacar que todas ellas forman parte en la actualidad de la Nación Argentina y también eran parte de la Gobernación del Río de la Plata antes que se transformarse en virreinato.

Las provincias que no adhirieron a la Junta de Buenos Aires son las del Alto Perú (hoy Bolivia), Paraguay y la Banda Oriental del Uruguay. Estas provincias, excepto Uruguay, no formaban parte de la gobernación de Buenos Aires y fueron anexadas al crearse tardíamente el virreinato. Es decir que las provincias y ciudades que tenían lazos antiguos con la capital reconocieron rápidamente su autoridad, no siendo así el caso del Alto Perú que tradicionalmente había dependido de Lima y el Paraguay, que había sido fundada antes que Buenos Aires y había sido una gobernación independiente hasta la formación del virreinato a mediados del siglo XVIII.

Las provincias que se rebelaron a la autoridad de la capital fueron las de Córdoba y Mendoza. Esta rebelión fue sofocada mediante una intervención armada e incorporada a las Provincias Unidas pocos meses después de la Revolución de Mayo como veremos en el próximo capítulo.


(1) Ibidem, p. 16348.
(2) Ibidem, p. 16413.
(3) Ibidem, p. 16454.
(4) Ibidem, p. 16466.
(5) Ibidem, p. 16480-16481.






























lunes, 13 de diciembre de 2010

Adhesiones de los pueblos a la Junta de Gobierno de Buenos Aires - Parte I



A los pocos días de producida la Revolución del 25 de Mayo, se había despachado a las ciudades del interior del Virreinato la comunicación que anunciaba la creación de la Junta de Gobierno en Buenos Aires, con el pedido de reconocimiento y la designación de un diputado para representar a la ciudad en el Congreso.

El 8 de Junio, en la provincia de Entre Ríos, desde la ciudad de Concepción del Uruguay se reconoció a la Junta. El 22 de junio hace lo propio la ciudad de Galeguaychú. (1) Corrientes reconoció a la Junta el 16 de junio de 1810 y nombró como diputado a José García del Cossio, en un Congreso realizado en el Cabildo de la ciudad el 3 de julio. (2)

Durante la elección de diputado en la ciudad de Santa Fe se produjo una alternativa que es interesante narrar porque nos muestra la forma con que se fueron modificando las tradiciones políticas coloniales ante los incipientes aires democráticos. Según la correspondencia intercambiada entre el Cabildo de Santa Fe y la Junta de Buenos Aires, el día 9 de junio se procedió a convocar a un congreso para la elección del diputado. Pero esa elección quedó en suspenso pues asistieron “jóvenes, en quienes por lo mismo se considera una facilidad irreflexiva para sus votaciones.” Además, esos jóvenes habían ocupado asientos reservados para “vecinos distinguidos que han servido a la ciudad con empleos públicos, y que tienen finca, raíz y familia.” Esto motivó que la reunión se suspendiera y el Cabildo de Santa Fe solicitara a Buenos Aires la solución al conflicto. Mariano Moreno contestó que “para la elección de diputado deben citarse todos los vecinos existentes en la ciudad sin distinción de casados o solteros; y que la asistencia debe verificarse sin etiqueta ni orden al asiento…” (3)

Vemos cómo, en los primeros días de la Revolución, ya se comenzaba a democratizar la participación de la ciudadanía en la cosa pública, suprimiendo la etiqueta y las restricciones del antiguo régimen y promoviendo la participación de la juventud. Finalmente el 2 de julio el vecindario fue convocado y de la elección resulto diputado Juan Francisco Tarragona. (4)

La ciudad de San Juan reconoció a la Junta y nombró como delegado a José Ignacio Fernández Maradona el 16 de julio de 1810. En San Luis, el 30 de junio se eligió como diputado al alcalde de primer voto, Marcelino Poblet. En Catamarca el primero de agosto fue electo diputado Francisco de Acuña. El 9 de julio el Cabildo de Santiago del Estero eligió como diputado a Juan José Lami. Tucumán nombró diputado a Manuel Felipe Molina el 16 de Agosto de 1810. El 31 de Agosto Salta eligió a Francisco de Gurruchaga como delegado.

En la provincia de Misiones, se recibió la circular que anunciaba la creación de la Junta el 17 de junio, en la ciudad de Yapeyú, que en ese tiempo formaba parte de dicha provincia pero que hoy pertenece a la provincia de Corrientes. El gobernador, Tomás de Rocamora hizo circular una nota citando para el ocho de julio “a los corregidores, un individuo del Cabildo de cada uno de los ocho pueblos de este departamento, con los caciques principales del mismo modo, los que deberán estar en esta capital sin falta, ni pretexto alguno, a fin de que el intérprete del gobierno, don Antonio Morales, les haga entender y saber la instalación de la Junta provisional gubernativa de Buenos Aires.”

El 8 de julo, en el pueblo de nuestra señora de la Candelaria, en presencia de los caciques principales “de los pueblos de Santa Ana, Loreto, San Ignacio Miri, Corpus, Jesús, Trinidad, e Itapúa” se leyó el oficio de la Junta en castellano y luego habló el traductor del idioma guaraní. Todos los asistentes reconocieron a la Junta y luego fue leída ante el pueblo, en ambos idiomas. La alegría fue expresada con salvas de cañones y repique de campanas.

Es muy emotivo ver cómo, en hora muy de temprana de la Revolución, los caciques de las Misiones Jesuitas reconocieron al gobierno revolucionario de Buenos Aires y los caciques firmaron el acta de reconocimiento. Quisiera recordar aquí esos nombres olvidados de nuestra historia: Luis Chive, Francisco Camberro, Francisco Verapoti, Benedicto Iric, Valeriano Mbacay, Crisanto Ciejes, Mariano Añeda, Francisco Taberacuá, Ignacio Abañerá, Fulgencio Yaparí, Pedro Pascuál Yarupá, Gregorio Cariyú, Juan Angel Ararobí, Fabian Aruarí, José Ñandabu, José Añangara, Eusebio Guirarepó. (5)

Días más tarde, Asunción del Paraguay reconoció al Consejo de Regencia de España y comenzó el conflicto con Misiones, lo que provocó la llegada del ejército comandado por Manuel Belgrano. Pero eso será motivo de un capítulo especial.

 
1.- Biblioteca de Mayo, op. Cit. Tomo XVIII, p. 16265-266.
2.- Ibidem, p. 16275.
3.- Ibidem, p. 16296-300.
4.- Ibidem, p. 16303.
5.- Ibidem, p. 16320-321.