Producida la Revolución de Mayo en Buenos Aires, la provincia de Córdoba no reconoció la Junta establecida en la capital. El 3 de junio, el gobernador intendente de la provincia, Juan Gutiérrez de la Concha, en una carta dirigida al Intendente de Potosí, comunicaba los sucesos de Buenos Aires y las providencias que había tomado la provincia de Córdoba para resistir a la revolución. (1)
Según cuenta en esta carta, la noticia de la deposición del virrey Cisneros llegó a Córdoba el día 30 por un mensajero. El gobernador convocó a una reunión para la mañana siguiente. Asistieron Santiago Liniers, el obispo Orellana, y los individuos más importantes de la ciudad. Se resolvió sostener la autoridad del virrey Cisneros, mantener el orden y esperar la llegada del correo que confirmara estas noticias antes de adoptar una resolución definitiva. Además, enviar un emisario a Potosí para que “esa provincia no sea sorprendida”. (2)
El doctor Gregorio Funes, deán de la catedral de Córdoba, le comunicó a la Junta de Buenos Aires los acontecimientos sucedidos en la ciudad a partir de la noticia de la creación de la junta de gobierno. Funes estuvo presente en la primera reunión convocada por el gobernador. El correo de Buenos Aires llegó a Córdoba el 4 de junio. Se convocó a los mismos asistentes de la reunión anterior. Se leyeron los impresos y el gobernador expresó que: “a un tiempo se había ultrajado la soberanía, hollado las leyes, usurpado las autoridades, y perturbado el orden público.” Que nunca reconocería al nuevo gobierno, Los asistentes aprobaron su dictamen con excepción del deán. Luego de diversas consideraciones, Funes propuso que se convocara a un cabildo abierto para la discusión de este asunto. La propuesta fue rechazada. (3)
El 20 de junio el deán Funes remitió una comunicación a la junta que relata los hechos de estas reuniones. La carta fue publicada en la Gaceta de Buenos Aires el 7 de agosto de 1810 por lo que el pueblo de la capital conoció los sucesos de Córdoba a los dos meses de producidos. (4)
Esta negativa del gobernador de Córdoba y su resistencia armada desencadenaría meses más tarde una severa respuesta de las autoridades de Buenos Aires que costaría la vida al Gobernador, a Liniers y a otros insurrectos.
1- Mayo Documental, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1965, Tomo XI, p. 249.
2- Ibidem, p. 250.
3- Biblioteca de Mayo, op cit, Tomo XVIII, p. 16365-16370.
4- Gaceta de Buenos Aires, reimpresión facsimilar, Junta de Historia y Numismática Americana, Buenos Aires, 1910, p. 257.
2- Ibidem, p. 250.
3- Biblioteca de Mayo, op cit, Tomo XVIII, p. 16365-16370.
4- Gaceta de Buenos Aires, reimpresión facsimilar, Junta de Historia y Numismática Americana, Buenos Aires, 1910, p. 257.
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